La característica combinación de verde (el color curativo por excelencia) y rojo (color de la sangre) de esta piedra, la torna ideal para tratar enfermedades y trastornos relacionados con la sangre, el sistema circulatorio y el sistema cardiovascular, sobre todo combinada con piedras del cuarto rayo, como la esmeralda, la malaquita, el cuarzo rosa o la rodocrosita.
La sanguinaria constituye además un excelente limpiador para el cuerpo físico, eliminando desechos del hígado, el bazo y la sangre, especialmente urea y ácido láctico, lo que la hace ideal para la recuperación después de esfuerzos desacostumbrados.
La sanguinaria constituye además un excelente limpiador para el cuerpo físico, eliminando desechos del hígado, el bazo y la sangre, especialmente urea y ácido láctico, lo que la hace ideal para la recuperación después de esfuerzos desacostumbrados.